Qué tan molestos son los recipientes sucios, grasosos, con salsa o grasosos? Tanto es así que muchas veces acabamos dejando de usarlas, dado el asco que sentimos cuando las abrimos.
¡Y, sin embargo, son muy útiles! Pueden almacenar restos de comida, ahorrándonos desperdicios innecesarios. Pero con el paso del tiempo, se depositan rastros en el fondo que son muy difíciles de eliminar. El plástico, al ser poroso, absorbe líquidos y adquiere colores dudosos y ciertamente no son sintomáticos de una higiene profunda.
Así que frotamos, venciendo nuestra resistencia, pero desafortunadamente, incluso sin querer, engrasamos las superficies, sí, pero las arruinamos, haciendo aún más evidentes en el futuro los rastros de comida que se asientan.
Entonces, probemos la lavadora, ¡y nuevamente estamos decepcionados con el resultado! El chorro de agua, el enjuague y las altas temperaturas no siempre son capaces de disolver las incrustaciones más rebeldes, ¡lo que hace que incluso este intento sea en vano!
Sin embargo, existe un truco realmente ingenioso para lograr el resultado deseado y devolver nuestros envases a nuevos. Es muy fácil de hacer y ni siquiera nos obligará a tocarlas con los dedos, ni mucho menos a cargarlas en la lavadora para encontrarlas en un abrir y cerrar de ojos, ¡limpias e inmaculadas!
¡Veamos de qué se trata!

Recipientes manchados de grasa: límpialos en 5 segundos sin siquiera tocarlos y sin lavavajillas
Si con demasiada frecuencia luchas con los residuos de comida que se deslizan casi indeleblemente en el fondo y los bordes de tu contenido de plástico, te alegrarás cuando descubras que eliminarlos es, de hecho, muy simple.
Todo lo que tienes que hacer es conseguir un poco de jabón para platos, toallas de papel o una toalla de papel y tenerlas a mano.
Vierta un poco de detergente sobre la servilleta o toalla de papel, colóquela en el fondo con el lado empapado en contacto con el plástico, agregue un chorrito de agua, cierre con la tapa y agite el recipiente vigorosamente. Cuando notes la formación de una espuma transparente, vuelve a abrirla, retira el papel y enjuágalo bajo el grifo.
Disfruta del resultado: ¡ya no quedará ni un solo halo o residuo de grasa y grasa, sin frotar y sin lavavajillas!
Fabuloso, ¿verdad? Y sus contenedores estarán listos para ser utilizados de nuevo de inmediato… ¡Pero sécalos bien primero!