Atodo el mundo, tarde o temprano, le pasa a todo el mundo, encontrarse con pececillos de plata. Aunque su nombre se asemeja al de algún personaje mágico de cuento de hadas, su presencia en la casa nunca es bienvenida.
El nombre científico, a decir verdad, da una mejor idea de la repulsión que despiertan a primera vista: Lepisma Saccharina, donde la sacarina quiere indicar su alimento favorito, el azúcar y cualquier alimento que la contenga.
Pero vayamos paso a paso y aclaremos el problema más importante. Estos insectos no son peligrosos para la salud en absoluto. Son inofensivos, no tienen aguijón, no muerden, no inyectan veneno y no causan daños al ambiente del hogar, o casi. De hecho, hacen algo de daño: son ávidos de papel y si se cuelan en un libro de valor o no, ¡leerlo se volverá imposible!
Y ciertamente no se ven bien. Su cuerpo plateado es viscoso y tienen antenas muy largas. Si intentas agarrarlos, se escapan como pesas. Se integran perfectamente y se deslizan por rincones inalcanzables. Allí pueden vivir durante meses sin comida y, mientras tanto, pueden reproducirse rápidamente. Y la cosa no acaba ahí: tienen una vida mucho más larga que cualquier otro parásito.
Pero con este truco, deshacerse de él será un juego de chicas, o mejor dicho, ¡un Donna Up!
¿Listo? ¡Empezar!

Si ves pececillos de plata en tu casa, corre a cubrirte de inmediato. ¡Haz esto!
Hemos anticipado que los pececillos de plata se alimentan de almidones y azúcares, presentes no solo en los alimentos, sino también en la madera, los textiles y el papel. Es así como las cuatro paredes se convierten en su hábitat natural por excelencia.
Incluso si no los ves, pero encuentras manchas amarillas en los libros o en la ropa, entonces te espera una infestación. Al fin y al cabo, solo se necesitan unos pocos para encontrarse rápidamente luchando con una colonia, porque, como ya se ha especificado, se reproducen rápidamente.
Aunque son inofensivos, es mejor deshacerse de ellos. ¡Prepara un cebo! Corta una patata o barra de pan en trozos pequeños, espolvorea con azúcar y colócalos en una botella o recipiente del que apenas puedan salir.
Se sentirán atraídos por su fino sentido del olfato y caerán en una trampa, sin posibilidad de escapar.
Para mantener su hogar inmaculado, ventile siempre las habitaciones para reducir los niveles de humedad. Mantenga los alimentos bien cerrados y perfume la habitación con aerosoles que contengan aceites esenciales como menta, lavanda y laurel.