Ducha incrustada: haz esto y deshazte de la cal para siempre
La ducha y la bañera son un lugar de relajación por excelencia. A partir de aquí te vas relajado, limpio, perfumado, ¡con una condición! Elegir siempre detergentes naturales y no agresivos y eliminar la cal del rociador. Una combinación de estos dos elementos negativos provoca, de hecho, picor y molestias en la piel, dejándonos con la sensación de falta de frescura y malestar.
Los expertos, por el contrario, recomiendan lavarse completamente cada 48 horas, realizando una higiene diaria exhaustiva de las partes con las glándulas sudoríparas más grandes. Pero si eres una criatura de costumbres, si practicas deporte de forma constante o si te encanta dedicarte unos minutos cada día, dejándote mimar por un baño caliente, entonces, presta la máxima atención a los productos que utilizas y asegúrate de que el cabezal de la ducha esté libre de incrustaciones.
¿Cómo hacerlo? ¡Te lo explicamos!

Ducha incrustada: cómo eliminar la cal del cabezal de la ducha para siempre.
Si, después de una buena ducha, sientes un molesto picor en la piel, debes saber que la causa está en la cal. ¡Así que usaste agua no pura para lavarnos!
¡Qué pena! Pero puede remediar esto de inmediato usando un par de guantes de goma y usando solo la ayuda de un palillo de dientes.
¿Ves todos esos pequeños agujeros en el cabezal de la ducha? Pues bien, el agua potable municipal suele contener sales minerales que a la larga se depositan en las tuberías y en los grifos, formando una cristalización arenosa que los obstruye. En el caso de la ducha, entonces, los orificios de fuga son tan pequeños que es inevitable un cierto estancamiento interno, ¡con la consiguiente obstrucción!
Sin embargo, basta con introducir la punta del palillo, pasándolos uno a uno y aplicando una ligera presión. Una vez finalizada esta operación, deja correr el agua para liberarlos por completo.
Inicialmente, no será transparente como de costumbre, sino que tendrá un color que pasa de marrón a grisáceo, precisamente por los residuos internos que has desmenuzado fácilmente con el proceso que acabas de concluir. Deja el grifo abierto hasta que el agua esté completamente limpia.
Repita este procedimiento al menos una vez al mes y la ducha siempre estará en perfecto estado de funcionamiento, ¡para un baño realmente agradable!
Fácil, ¿verdad?