¿Quieres probar suerte en la hidrocultura pero no sabes por dónde empezar? ¡Aquí está el tutorial para ti! Cultivar plantas en agua es una práctica muy sencilla, económica e intuitiva, mucho más que el cultivo normal. Veamos juntos paso a paso cómo empezar a cultivar plantas en agua.

La transición de la tierra al agua es un pasaje delicado, pero si se hace correctamente dará una gran satisfacción. Tomemos un frasco o un viejo frasco de vidrio transparente o incluso un frasco de miel o mermelada.
Luego tomamos un marcador, y luego arcilla expandida o perlita. Antes de empezar, lava bien tanto la jarra como la arcilla. Luego con el marcador vamos a marcar el nivel básico, que es el punto donde las raíces descansarán sobre la arcilla expandida.

Para la elección de las plantas preferimos plantas jóvenes o con esquejes enraizados en agua. Extraemos la planta de la maceta y comenzamos a eliminar suavemente toda la tierra presente alrededor de las raíces. Debemos asegurarnos de que no estén podridas o enfermas porque la plántula que vamos a sumergir en agua debe estar sana.
Luego lávelos con agua corriente y póngalos en el frasco. En este punto comenzamos a insertar la arcilla expandida entre las raíces sin presionar sino más bien agitando la jarra suavemente hacia abajo para hacer que la arcilla se coloque correctamente en todos los espacios. Una vez terminado, golpeamos el costado y la parte inferior del frasco para adherirlo y disponerlo más.

¿Cómo regar?

El nivel previamente marcado nos será útil para no ahogar la planta dándole demasiada agua. De hecho, las raíces en el hidrocultivo se alimentan del agua que reciben debido a la capilaridad del aparato creado.
Cuando el nivel haya caído por debajo del nivel base, esperemos un par de días antes de volver a nivelar agregando agua nueva. Podemos utilizar un dispensador especial o una regadera de boca estrecha.
Las ventajas que obtendremos serán no solo reciclaje, sino también ahorro y siempre podremos mantener bajo control el estado de las raíces.

Cuando luego en los días siguientes notemos que el agua baja podríamos agregar poco a poco recordando siempre no exagerar, de lo contrario correríamos el riesgo de pudrir las raíces.